Gnomos o Duendes protegen contra la delincuencia. ¿Mito o Realidad?
En la cultura popular chilena existe la creencia de que los Gnomos o Duendes en los jardines, protegen las casas de la acción de los delincuentes. Esta creencia tiene su fundamento en la superstición del hampa chilena de creer que estos seres les traen mala suerte al momento de cometer sus fechorías.
Se dice que el delincuente chileno al enfrentarse a una casa que posee figuras de duendes o gnomos en su jardín, lo pensará dos veces antes de entrar. Esto porque al interior de las cárceles nace el mito que este tipo de figuras traen mala suerte cuando van a realizar un robo o cuando ya lo han ejecutado.
Son varios los testimonios de delincuentes que aseguran haber sido capturados por la policía, luego de haber entrado a una casa que tenía este tipo de figuras. De ahí nace este mito que, de ser cierto, se convierte en una forma bastante económica de prevenir los robos.
Al interior de la cárcel, habitualmente los internos “conversan un mate”, que es la instancia donde se reúnen para conocer las razones de por qué se llegó a estar preso. Muchos de los testimonios de los presos coinciden en que, después de haber entrado a una casa, fueron detenidos por la policía, o que al poco tiempo después fueron detenidos y que el común denominador en todos ellos es que había figuras de gnomos o duendes en el jardín. De ahí que se asienta la creencia de que este tipo de seres les trae la mala suerte para cometer sus delitos.
Históricamente, se tiene conocimiento que desde la década de 1960 existe esta creencia y que ha permanecido en el tiempo como parte de la cultura del hampa, que se ha ido traspasando por generaciones. Se dice que, al interior de la cárcel, entre los mismos internos, se mantiene una especie de registros de lugares donde no se debe entrar, precisamente por la existencia de este tipo de figuras, lo que los lleva al eslogan de “no meterse con gnomos”.
En los últimos años, la realidad carcelaria ha cambiado en varios aspectos, principalmente porque en la actualidad la criminalidad que ha llegado de la mano con la inmigración ilegal ha traído nuevas formas y tipos de delitos, muchos de ellos muy violentos, y con ello también culturas delictivas de otros orígenes.
La creencia de que los gnomos o duendes protegen las casas de la acción de los delincuentes cobra fuerza en la realidad chilena, pero ¿tiene alguna significación similar en criminales de otras nacionalidades? Lo cierto, es que si el mito fuera una realidad, se convertiría en una forma bastante económica de protegerse contra delincuencia.
¿Cuál es la diferencia entre duendes y gnomos?
Aunque ambos tienen un cuerpo humanoide, la apariencia de los gnomos es más humana. Dentro de la literatura, para empezar, los duendes son criaturas mitológicas de pequeña estatura, normalmente delgados y de múltiples edades: desde ancianos, hasta niños. También pueden tener varios colores, aunque el más característico es el verde, y sus orejas son prominentes y con forma puntiaguda. Suelen ser más toscos y algunos de ellos tienen cuernos y cola, como pequeños diablillos.
Los gnomos son más viejos que los duendes por norma general, y también suelen ser mucho más sabios. Además, se encargan de proteger los jardines de la casa debido a su naturaleza pacífica y protectora. A pesar de que ambas criaturas pueden compartir ciertas características, la realidad es que son seres completamente diferentes entre ellos.
Según la mitología de Europa del Norte, los gnomos son seres mitológicos que moran en las entrañas de la Tierra, trabajando en minas, custodiando tesoros subterráneos y cuidando de los metales y piedras preciosas. Por ende, se consideran seres protectores y custodios de las riquezas. De ahí que se les utiliza en los hogares, además de ser decorativos, para custodiar y proteger.
Por ende, el delincuente entiende que su accionar va en contra de lo que ellos están protegiendo y por tanto, crece la creencia de la maldición o la mala suerte para ellos.
Finalmente, como dato adicional y mitológico, los principales enemigos de los gnomos son los troles, unos personajes malolientes y torpes que siempre están incordiando a los demás habitantes del bosque.